La Última Comida
Si se siente tentado a tener una “última comida” o una “comida de despedida”, tome en cuenta que al hacerlo está reabasteciendo su hígado y por ende alargándolo, disminuyendo el propósito de la dieta preoperatoria y haciendo que la cirugía sea más difícil para los cirujanos, a su vez aumentando los riesgos de convertir un procedimiento laparoscópico en una cirugía abierta. También, su cirugía puede ser post-puesta si no alcanza su peso meta.
¡Ha llegado demasiado lejos como para arriesgarlo!
He aquí unas ideas para ayudarle con el “síndrome de partida”:
- Tenga en mente que aún después de la cirugía va a poder comer una gran variedad de alimentos, no hay necesidad de despedirse de sus platillos favoritos, simplemente comerá menos. No tiene sentido comer una “última comida”, al igual que perjudicial a sus esfuerzos preoperatorios.
- Pregúntese si esta comiendo para llenar otros sentimientos que no sean el hambre, como aburrimiento, cansancio, ansiedad o estrés. He aquí algunas cosas que puede hacer:
- Llame a un amigo para apoyo.
- Utilice frases motivacionales para ayudarle a evitar la tentación de comer.
- Tome una ducha o baño caliente.
- Escuche música, un CD de relajación o descargue música, esto lo mantendrá ocupado.
- Evite ver programas de cocina en la televisión.
- Tome una caminata (si lo permite el clima).
- Haga actividades que lo alejen de la comida. Es difícil comer mientras se esta ejercitando. Y si esta haciendo jardinería, probablemente no comerá mientras sus manos este llenas de tierra.
- Tenga en mente el hambre mental. Una vez que lo identifique, recuerde la razón por la opto por una vida más saludable; escribirlas puede ayudarle a evaluar su éxito.
- Preste atención a sus necesidades fisiológicas. Para este entonces debe estar proveyendo suficientes calorías (600-800) por medio de líquidos para evitar el hambre, la fuerza de voluntad siempre le gana al instinto! Es posible confundir la sed con el cansancio del hambre.